La demanda de un jugador de Elden Ring contra Bandai Namco y FromSoftware alega publicidad engañosa, alegando contenido oculto del juego oscurecido por una alta dificultad. Examinemos esta inusual acción legal.
Un reclamo de "juego oculto"
Una usuaria de 4Chan, Nora Kisaragi, inició una demanda judicial de reclamos menores el 25 de septiembre. Su argumento se centra en la afirmación de que los juegos de FromSoftware, incluido Elden Ring, ocultan una cantidad sustancial de jugabilidad deliberadamente enmascarada por su diseño notoriamente desafiante. Este "juego oculto", según Kisaragi, constituye una violación de la confianza del consumidor. El reciente DLC de Elden Ring, Shadow of the Erdtree, con su mayor dificultad, alimenta aún más esta afirmación.
Kisaragi sostiene que Bandai Namco y FromSoftware tergiversan la integridad del juego, utilizando contenido extraído de datos como evidencia (débil). A diferencia de quienes ven estos datos como restos de contenido cortado, Kisaragi cree que apuntan a un ocultamiento intencional. La evidencia que la respalda es en gran medida anecdótica y consiste en vagas declaraciones de los desarrolladores interpretadas como "pistas". Por ejemplo, citan el libro de arte de Sekiro y los comentarios del presidente de FromSoftware, Hidetaka Miyazaki. El núcleo de su queja se reduce a: "Pagaste por contenido al que no puedes acceder sin siquiera saberlo".
El absurdo de la afirmación es ampliamente reconocido. La existencia de una sección de juego importante y no descubierta probablemente habría sido revelada por los mineros de datos hace mucho tiempo. La presencia de contenido cortado en el código del juego es común y se debe a limitaciones de desarrollo, no a una ofuscación deliberada.
¿Viabilidad Legal?
Presentada en Massachusetts, la demanda cae bajo la jurisdicción de un tribunal de reclamos menores y no requiere abogado. Si bien el demandante puede intentar utilizar las leyes de protección al consumidor citando "prácticas desleales o engañosas", demostrar el engaño intencional será extremadamente difícil. La falta de pruebas concretas hace que el despido sea muy probable. Incluso si tiene éxito, la indemnización por daños y perjuicios en los tribunales de reclamos menores es limitada. El objetivo declarado de Kisaragi, sin embargo, trasciende la victoria legal; su único objetivo es forzar el reconocimiento público de esta "dimensión oculta", independientemente de la decisión del tribunal.
Este caso resalta la línea borrosa entre el juego desafiante y las supuestas prácticas engañosas, presentando una batalla legal fascinante, aunque poco probable.